miércoles, 30 de noviembre de 2016






CATEGORIZACIÓN Y TRIANGULACIÓN COMO PROCESOS DE VALIDACIÓN DEL CONOCIMIENTO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA (II)

Francisco Cisterna Cabrera



3. TÓPICOS DE INVESTIGACIÓN Y CATEGORIZACIÓN APRIORÍSTICA

Como es el investigador quien le otorga significado a los resultados de su investigación, uno de los elementos básicos a tener en cuenta es la elaboración y distinción de tópicos a partir de los que se recoge y organiza la información. Para ello distinguiremos entre categorías, que denotan un tópico en sí mismo, y las subcategorías, que detallan dicho tópico en microaspectos. Estas categorías y subcategorías pueden ser apriorísticas, es decir, construidas antes del proceso recopilatorio de la información, o emergentes, que surgen desde el levantamiento de referenciales significativos a partir de la propia indagación, lo que se relaciona con la distinción que establece Elliot cuando diferencia entre “conceptos objetivadores” y “conceptos sensibilizadores”, en donde las categorías apriorísticas corresponderían a los primeros y las categorías emergentes a los segundos (Elliot, 1990).

Mi opinión es que los investigadores nuevos, aquellos que no tienen gran experticia en esta actividad, deben contar con la mayor cantidad posible herramientas conceptuales y operacionales para facilitar su tarea. Es en este sentido esencial que la distinción previa de cuáles son los tópicos centrales que focalizan la investigación puede resultar de ayuda fundamental, ya sea se utilicen entrevistas, observaciones etnográficas, grupos de discusión, historias de vida, análisis textuales de carácter semiótico, investigación-acción u otro tipo de métodos cualitativos.

Estos tópicos surgen dentro de la investigación a partir de la formulación de los llamados “objetivos”, tanto de aquellos de tipo general, que son una inversión de las preguntas de investigación en términos de finalidades, como de aquellos denominados como “específicos”, que desglosan y operacionalizan los primeros.

Expresado en términos concretos, estos tópicos se materializan en el diseño de investigación por medio de las llamadas “categorías apriorísticas”, con su correspondiente desglose en subcategorías, constituyendo así la expresión orgánica que orienta y direcciona la construcción de los instrumentos recopiladores de la información .

En una investigación en ciencias sociales el objeto de estudio son los sujetos. La especificidad del foco de la investigación está dada por el problema concreto que se quiere investigar. Desde este punto de vista, la investigación cualitativa siempre tiene un carácter fenomenológico que expresa la relación dialéctica que surge en la relación intersubjetiva entre las personas que conforman la unidad de estudio (Ruiz Olabuénaga, 1996). Cuando en dicha unidad concurren diferentes grupos humanos, que se distinguen entre sí por características muy especí- ficas, ya sea por rol, estatus u otro elemento, para efectos de identificarlos y diferenciarlos, proponemos el uso del término “estamentos”.

En las tablas 2 y 3 se muestran ejemplos de categorización apriorística y elaboración de preguntas de investigación en tres estamentos distintos.








miércoles, 31 de agosto de 2016

CATEGORIZACIÓN Y TRIANGULACIÓN COMO PROCESOS
DE VALIDACIÓN DEL CONOCIMIENTO EN INVESTIGACIÓN
CUALITATIVA (I)

Francisco Cisterna Cabrera


RESUMEN

Las conclusiones estamentales nos permiten conocer la opinión de los diferentes sectores de población en relación con los principales tópicos de una investigación, y desde esa perspectiva representan información fundamental para validar epistemológicamente la acción del investigador que sostiene su acción en una racionalidad hermenéutica, expresada operacionalmente en los llamados “métodos cualitativos”. En este trabajo se proponen criterios para la elaboración de tipologías que permitan recopilar organizadamente la información de campo, mediante la construcción de categorías apriorísticas, procedimientos para analizar la información obtenida a partir de una acción de triangulación ascendente y dialéctica, y criterios para interpretar la información, con la finalidad de proporcionar una herramienta oportuna a quienes trabajan en educación bajo esta perspectiva paradigmática.
PALABRAS CLAVES: Hermenéutica, investigación, educación, categorización, triangulación.

1. LA RACIONALIDAD HERMENÉUTICA EN LA INVESTIGACIÓN EDUCACIONAL

Habermas desde la década de 1960 establece que los diseños científicos y, por tanto, los modos de hacer ciencia no son política  ni ideológicamente neutrales. Existiría, en su opinión, una clara relación entre “conocimiento e interés” que guía el trabajo humano. En este sentido, Habermas distingue entre el interés técnico, el interés práctico y el interés emancipatorio (Habermas, 1986). Cada uno de estos tipos de interés se expresa en tipos determinados de paradigmas y éstos, a su vez, en determinadas metodologías investigativas.

Así, el interés técnico da origen al paradigma neo-positivista que se expresa en las ciencias empírico-analíticas, de naturaleza esencialmente cuantitativa; el interés práctico da origen a las ciencias histórico hermenéuticas, de naturaleza cualitativa, y el interés emancipatorio da origen a las ciencias socio- críticas, que metodológicamente utilizan herramientas y procedimientos cualitativos, aunque también complementan sus resultados dialécticamente con datos cuantitativos.

Los postulados de Habermas y su posterior profundización en el campo de la educación por otros autores (Grundy, 1986) se han visto cada vez más desarrollados en los últimos años, lo que ha significado socializar y masificar los estudios metodológicos cualitativos, particularmente en el campo de las ciencias sociales. Ello ha implicado, entre otras cosas, la legitimación de una racionalidad distinta, la racionalidad hermenéutica.

Investigar desde una racionalidad hermenéutica significa una forma de abordar, estudiar, entender, analizar y construir conocimiento a partir de procesos de interpretación, donde la validez y confiabilidad del conocimiento descansa en última instancia en el rigor del investigador. Así, la pretendida objetividad positivista fundada en la separación entre investigador y objeto de investigación desaparece, y se asume la cuestión de la construcción del conocimiento como un proceso subjetivo e intersubjetivo, en tanto es el sujeto quien construye el diseño de investigación, recopila la información, la organiza y le da sentido, tanto desde sus estructuras conceptuales previas, como desde aquellos hallazgos que surgen de la propia investigación, la que luego se colectiviza y discute en la comunidad académica.

El eje conductor del acto hermenéutico es el uso del lenguaje, entendido en su doble acepción dialéctica, que lo concibe, por una parte, como la vía a través de la cual socialmente construimos la realidad desde procesos sostenidos en relaciones intersubjetivas, que configuran el dominio lingüístico y semántico que hace posible las acciones de entendimiento humano; y por otra, como medio de circulación de dicha construcción, es decir, como el acto comunicacional propiamente tal, el que a su vez, en el decir de Echeverría, “se verá asociado a los actos de expresar, de explicar, de traducir y, por lo tanto, de hacer comprensible el sentido que algo tiene para otro..., y en donde la hermenéutica como fenómeno de comunicación se constituye en la fusión de dos horizontes de sentido: aquel horizonte de entendimiento del intérprete y el horizonte del cual es portador el texto” (Echeverría, 1993).

Es a este proceso de construcción de conocimiento reconocidamente subjetivo e intersubjetivo al que se ha pretendido dar validez y confiabilidad epistemológica, esfuerzo que ineludiblemente debemos asumir todos aquellos que trabajamos desde esta racionalidad.


2. LA CONSTRUCCIÓN DE UN MODELO DE INVESTIGACIÓN CUALITATIVA

Un modelo de estructuración operacional de una investigación cualitativa implica un diseño que se articula en un conjunto de capítulos o secciones que en su totalidad deben dar cuenta de modo coherente, secuencial e integrador, de todo el proceso investigativo. De la misma forma, el informe de investigación expresa la presentación de dicho proceso en términos formales (Pérez Serrano, 1998).



En la tabla 1 se muestra una propuesta de estructura de investigación, con los elementos que integran cada sección, así como su función dentro del proceso investigativo y del informe de investigación.


Sección
Elementos integrantes
Funciones esenciales
Planteamiento
problemático
–Enunciación del campo temático en que se investiga; definición del objeto de estudio y planteamiento del problema; entrega de los antecedentes
claves para contextualizar el problema que se investiga;
enunciación de las preguntas de investigación; formulación de los objetivos; definición de premisas, supuestos o ejes temáticos  que orientan la investigación.
Comunicar sobre el objeto de estudio, el problema concreto que se aborda, las finalidades y los ejes orientadores de la investigación
Marco teórico
–Revisión bibliográfica; discusión teórica.
Informar una revisión reflexiva y discutida de la literatura especializada, actualizada y pertinente al ámbito temático de la investigación.
Diseño
metodológico
–Declaración acerca del tipo de investigación que se realiza; declaración de la unidad de estudio y de los actores o sujetos que se estudian, con su correspondiente agrupación en estamentos (si correspondiera);
definición de los instrumentos que se utilizan para recoger la información y definición conceptual y operacional de las categorías y subcategorías apriorísticas; declaración de los procedimientos centrales que guían el proceso de análisis de la información.
Dar cuenta de forma precisa,
del aparato metodológico
que sustenta el trabajo
investigativo y le otorga validez epistemológica.
–Presentación de resultados por cada instrumento
en cada estamento; triangulación de la información.
–Presentación de resultados por cada instrumento en cada estamento; triangulación de la información.
Informar de modo organizado y coherente de los resultados de la investigación a partir del procedimiento de triangulación hermenéutica.
Discusión de resultados
–Interpretación de la información y construcción
de las tesis propiamente tales que surgen desde la investigación.
Construir conocimiento.
Conclusiones
–Síntesis de la investigación; enunciación de las nuevas aperturas problemáticas que han surgido a partir del proceso investigativo que se ha realizado.
Sintetizar el trabajo realizado
y recapitular en torno a las interrogantes de la investigación.


La racionalidad interpretativa, expresada en los modelos cualitativos, es abierta, y por sobre todo dialéctica, lo que implica que los procesos de investigación cualitativa no incluirían, en un estricto rigor epistemológico, la formulación de hipótesis, pues éstas surgen de una concepción neo-positivista como respuestas anticipadas a las preguntas de la investigación, condicionando un modelo cerrado en que todo el accionar del investigador gira en torno a la contrastación de dichas hipótesis.

Desde esta perspectiva, y como una forma de estructurar el diseño investigativo, surge como propuesta heurística el uso de instrumentos conceptuales denominados “premisas”, supuestos” y “ejes temáticos”. Las premisas corresponden a afirmaciones sostenidas sobre la base de información pre-existente acerca del problema de estudio, y que por su contundencia no necesitan su verificación, lo que les permite aportar de modo referencial en la investigación (por ejemplo, la relación que existe entre el origen socio-económico de los estudiantes y sus posibilidades de acceso a los bienes educativos en una sociedad neoliberal como la chilena); los supuestos también constituyen afirmaciones previas, pero que no cuentan con el mismo peso referencial de las premisas y, por ello, sólo pueden ser tomadas como antecedentes relativos para la investigación (por ejemplo, la relación entre el perfeccionamiento y la calidad de la docencia de un profesor, situación tan poco previsible, donde sólo se puede suponer de buena fe que quienes asisten a procesos de reciclamiento profesional tendrían que traspasar esa optimización personal a su trabajo de aula) y; los ejes temáticos no constituyen afirmaciones, sino líneas orientadoras para guiar al investigador allí donde no hay antecedentes de investigaciones previas (por ejemplo, estudios que se puedan realizar en temáticas tan poco conocidas como el rescate de una lengua nativa mediante la utilización de las TIC).
































































































































domingo, 31 de julio de 2016

EL MARCO METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN

Por: Jesús Guerra G. 


En la también denominada metódica se abarcan el tipo y diseño de investigación, población y muestra, técnicas e instrumentos de recolección de datos, proceso de recolección y organización de la información y las técnicas de análisis y presentación  de los resultados que se van a emplear.

Diseño de Investigación

En la investigación se utilizan preguntas metódicas y sistemáticas que permiten la elaboración de un diseño de investigación práctico y funcional. polit y hungler (2009), afirman que el diseño de investigación se refiere al: “....plan general para responder a  las preguntas que se investigan  y probar las hipótesis. Indica las estrategias que se adaptarán para obtener información precisa, objetiva y con significado”  (Pág. 231). Todo diseño constituye un plan de investigación, a través del cual se orienta la realización de las actividades indagatorias orientadas a la consecución de los objetivos del estudio.

Tipo de Investigación

Es la modalidad como se habrá de desarrollar el estudio. En ese sentido, se puede hablar, tal como lo señalan Hernández, Roberto; Fernández, Carlos y Baptista, Pilar (2009) de estudios: exploratorios, descriptivos y correlacionales.

Población y Muestra

De acuerdo a lo señalado por Pineda, Alvarado, y Canales. (2006), dentro de una investigación la población representa ".....el conjunto de individuos u objetos de los que se desea conocer algo en una investigación" (p. 108). En relación a la muestra,  constituye una parte o sector de la población, que se selecciona con miras a hacer las inferencias en relación a esa población

Técnicas e Instrumentos de Recolección de Datos

Las técnicas representan los procedimientos básicos a través de los cuales se estructura la recolección de los datos. Se puede hablar, entonces, de observación y encuesta como las dos grandes técnicas de recolección de datos. Los instrumentos son los elementos tangibles y operativos a través de los cuales se llevan a la práctica las técnicas de recolección de datos.  Los instrumentos de la observación son: guía de observación, escala de estimación, lista de cotejos y otros. Los instrumentos de la encuesta son: el cuestionario y la entrevista. En el ámbito de las ciencias educativas, administrativas y sociales estos instrumentos son de fundamental importancia para la obtención de información de primera mano.

Organización y Procesamiento de la Información:

            La recolección y ordenamiento de la información, de acuerdo a Méndez, Carlos (2009) comprende las siguientes fases:

-       Tabulación: Se desarrolla a través de un proceso de codificación, a través de la cual se representan las respuestas emitidas en los instrumentos. Este tipo de procedimientos se hace más fácil cual se aplican cuestionarios con ítems cerrados (con alternativas). Cuando se hacen preguntas con ítems abiertos (sin alternativas), también se utiliza la tabulación, pero en este caso se hace una postcodificación, que consiste en darle códigos a las respuestas que expresan las personas interpeladas en el instrumento.

-       Ordenamiento: En esta fase se utilizan los cuadros y tablas, donde se reflejan los resultados obtenidos de acuerdo a cada variable. 

-       Procesamiento: En este momento se utiliza técnicas de estadístico-cuantitativas y/o cualitativas. Tanto en un caso como en otro, el investigador puede servirse de software como el SPSS para el procesamiento estadístico-cuantitativo y el Atlas-Ti para el procesamiento de datos cualitativos.

Análisis y Presentación de los Resultados


            En el análisis de los resultados el investigador precisa cómo va a realizar el manejo estadístico y cualitativo de los datos obtenidos a través de la recolección de los datos de la realidad objeto de estudio. En relación a la presentación de los resultados, se define si la misma se llevara a cabo a través de cuadros, gráficos y/o tablas o matrices de categorización. Por otra parte, se define como se realizarán los procesos de contrastación con los planteamientos teóricos de la investigación y las inferencias correspondientes con las cuales se van a  dar respuestas a las preguntas de investigación. 

Referencias 

Hernández, R. y otros (2009). Metodología de la investigación. México: McGraw-Hill. 


Méndez, C. (2009). Metodología. Diseño y Desarrollo del Proceso de Investigación. México: McGraw-Hill Interamericana

Pineda, C. y Otros (2006). Metodología de la Investigación. Honduras: Oficina Panamericana de la Salud.

Polit, D. y Hungler, B. (2009). Metodología de la Investigación Social. México: Trillas. 

sábado, 30 de abril de 2016

LA PERMANENTE IMPORTANCIA DE LA ESTADÍSTICA EN LAS CIENCIAS SOCIALES

Jesús Guerra G.

La evolución que han experimentado las ciencias sociales en los últimos años es una evidencia de la complejidad de los elementos que forman parte de la estructura propia de la misma y de los hechos de la realidad que son su objeto de investigación. En esa evolución, se ha pasado de unas ciencias sociales altamente dependientes de las orientaciones y principios propios del positivismo originario a unas ciencias sociales donde además de estos principios, se encuentran los de la hermenéutica, el positivismo lógico, el racionalismo crítico y la teoría crítica.
En el desarrollo de esta evolución, la Estadística ha sufrido un proceso de reubicación, pues ya deja de ser un eje exclusivo para la elaboración de los criterios de verdad y certeza en las ciencias sociales, para convertirse en una herramienta técnica, a través de la cual la investigación social, en cualquiera de los paradigmas planteados, puede tener acceso a determinadas informaciones y datos de la realidad.
El carácter mismo de la Estadística como disciplina donde no sólo se encuentran implícitos principios matemáticos, sino también lógicos, permite declarar su pertinencia y presencia aún en cualquiera de las etapas de la investigación social, concretamente en lo que se conoce como momento técnico.
En ese orden de ideas, la interrogante o el planteamiento acerca de la aplicabilidad de la Estadística en el marco de las ciencias sociales es respondido en términos afirmativos, que se encuentran  condicionados por la naturaleza misma de la investigación, el paradigma que sustenta dicha investigación y la forma de abordar los hechos de la realidad que son objeto de estudio.
La erradicación y proscripción definitiva de la Estadística de las Ciencias Sociales constituye tanto un exabrupto como una total carencia de sentido acerca del carácter lógico, abierto, complejo y dinámico de la investigación social. En ese sentido, el considerar la aplicabilidad de la Estadística,  representa entender que si bien las informaciones de la realidad social no pueden ser reducidas al dato numérico, la utilización de los datos estadísticos es necesaria para poder lograr un acercamiento a la complejidad de los procesos sociales.


sábado, 27 de febrero de 2016

EL MARCO TEÓRICO DE LA INVESTIGACIÓN


Autor: Jesús Guerra G. 


En el desarrollo del proceso de investigación, tiene una importancia determinante el manejo de los elementos de orden teórico que se relacionan con el tema objeto de estudio. Estos elementos se encuentran ubicados bajo lo que algunos autores denominan marco teórico, marco referencial teórico o marco conceptual. Ander-Egg (1990), afirma que en el marco teórico "se expresan las proposiciones teóricas generales, las teorías específicas, los postulados, los supuestos, categorías y conceptos que han de servir de referencia para ordenar la masa de los hechos concernientes al problema o problemas que son motivo de estudio e investigación" (p. 65). 

De acuerdo con lo señalado, el marco teórico representa la forma de ordenar, organizar y sistematizar a través de principios, conceptos y postulados teóricos, la diversidad de aspectos que se encuentran expresados en la realidad objeto de estudio, orientando y conduciendo la búsqueda que debe llevar a cabo el investigador científico para el manejo de los conceptos y categorías que permitan la comprensión y análisis de dicha realidad. 


En ese sentido, el marco teórico tiene una contribución de importancia significativa para la ejecución del proceso científico de investigación  y a ese respecto,  Hernández, Fernández y Baptista (2008) han destacado como sus funciones principales,  las siguientes: 

  1. Ayudar a prevenir errores que se han cometido en otros estudios; 
  2. Orientar sobre cómo habrá de realizarse el estudio (al acudir a los antecedentes, nos podemos dar cuenta de cómo ha sido tratado un problema específico de investigación, qué tipos de estudios se han efectuado, con qué tipo de sujetos, cómo se han recolectado los datos, en qué lugares se han llevado a cabo, qué diseños se han utilizado); 
  3. Ampliar el horizonte del estudio y guía al investigador para que se centre en su problema, evitando desviaciones del planteamiento original; 
  4. Conducir al establecimiento de hipótesis o afirmaciones que más tarde habrán de someterse a prueba en la realidad;  
  5. Inspirar nuevas líneas y áreas de investigación y 
  6. Proveer de un marco de referencia para interpretar los resultados del estudio.

Con respecto a lo señalado, es importante hacer una serie de precisiones de importancia. La primera de ellas, es que el marco teórico representa un punto de referencia para el mejoramiento continuo de la investigación científica, partiendo del hecho irrefutable de que todo proceso de investigación enmarcado en el método científico es continuo y debe estar en permanente perfeccionamiento (perfectibilidad), 

En segundo lugar, provee las perspectivas necesarias para desarrollar una investigación en el presente, puesto que las experiencias de estudios previos realizados para el abordaje de un determinado problema le dan elementos y herramientas para abordar y tratar la realidad objeto de investigación. En este caso, el marco teórico constituye un referente clave para el diseño de la metodología del estudio. 

Un tercer aspecto de importancia que se infiere de los planteamientos realizados, tiene que ver con el hecho que los planteamientos abordados en el marco teórico constituyen la base fundamental para la formulación de las hipótesis y las preguntas de investigación, por lo que se puede afirmar que toda hipótesis o interrogante debe estar estrechamente relacionada con este marco (antecedentes y bases teóricas), representando éste el conjunto de conocimientos comprobados que le sirven de cimiento (Zapata, 2007). 

Finalmente, el marco teórico representa el referente básico y especializado sobre el tema de estudio, a través del cual se orienta el proceso de investigación y en específico del análisis y discusión de los resultados, aportando los elementos de apoyo para interpretar y valorar dichos resultados, así como hacer las inferencias pertinentes en virtud de las cuales se responderán las preguntas de investigación o comprobarán las hipótesis del estudio. 



Referencias


Ander-Egg, E. (1990). Técnicas de investigación social. Buenos Aires: Humanitas. 

Hernández, R., Fernández, C. y Baptista, P. (2008). Metodología de la investigación. México: McGraw-Hill Interamericana. 

Zapata, O. (2007). Herramientas para elaborar tesis e investigaciones socio-educativas. México: Pax.  

jueves, 11 de febrero de 2016

Calidad y evaluación de la producción científica en Venezuela


Álvaro B. Márquez Fernández



LA INVESTIGACIÓN QUE CIRCULA EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

En la sociedad del conocimiento, las políticas de investigación del Estado y de sus instituciones públicas alcanzan un protagonismo sorprendente. Los nuevos roles políticos y sociales de la ciencia y los procesos de producción económica, están cada vez más definidos por el dominio y la influencia del pensamiento científico-técnico. Es de suponer, entonces, que nuestra visión del desarrollo cultural e histórico de las ciencias en las sociedades postmodernas, y las de la precaria modernidad latinoamericana, sufren un drástico cambio.

Hoy día el gran reto y desafío de la investigación, tanto en las ciencias naturales como en las ciencias sociales, se ve fuertemente afectado y comprometido con esa demanda de conocimientos puesta en circulación a través del mercado global; que privilegia, y no es gratuito este término de élite, un alto nivel de competitividad en los procesos de la productividad científica y sus respectivos resultados cognoscitivos.

Las nuevas relaciones o leyes de la generación de conocimiento científico, se escudan en este momento con ese canto de sirena que convierte las técnicas, los métodos y metodologías de la investigación científica, en casi cualquier campo de las disciplinas y las interdisciplinas, en mera racionalidad instrumental. Son muchos los programas y proyectos de investigación, con los que se han tratado de responder a ese canto para convertir la ciencia en otro proceso más de la economía y sus resultados en objetos de intercambio y consumo tecnológicos.

Muchos suponen que ésa es la vía para el buen desarrollo civilizatorio donde todos deberíamos tener el mismo derecho para la participación. Es un pensamiento compartido por la mayoría de las comunidades científicas internacionales, pero no es un dogma de verdad aceptado por otros que consideran que no son suficientes los resultados "objetivos" de los conocimientos científicos para resolver los grandes y, en más de una oportunidad, contradictorios problemas que viven y enfrentan las sociedades. Porque, precisamente, para responder a las exigencias de un mercado global de conocimientos se requiere por parte del Estado y de otros entes colegiados, de una significativa inversión económica que favorezca esa alta tasa de productividad creativa que necesita la investigación científica para avanzar.

Necesariamente la sociedad del conocimiento requiere de capitales humanos y éstos solamente pueden participar en la inversión científica del desarrollo de la sociedad, si están claramente establecidas las reglas de un juego donde la mayoría participe y desaparezcan las exclusiones.
En tal sentido, la investigación que circula, que se coloca en esa red de interacciones ciberespaciales que define a la sociedad de conocimiento, requiere del reconocimiento no solo por parte de sus "pares"; sino también, de la escucha y el habla de un colectivo social que disponga de tecnologías para interactuar cada día con mayor libertad, a través de principios éticos y liberadores del universo de los descubrimientos científicos. Esto estará asociado a actividades emprendedoras, innovadoras, cooperativas, solidarias, entre los creadores del conocimiento y sus usuarios.

QUÉ INVESTIGA Y QUIÉN ES EL INVESTIGADOR

Para lograr esos fines se requiere desarrollar e incentivar un modo de producir, es decir, de hacer "ciencia"; y, de una clase o elite intelectual dedicada a esa producción y creación de conocimientos y de tecnologías. En este sentido, lo que siempre se ha entendido por "investigación científica" traspasa cada vez más las fronteras estrictas de las ciencias. Las relaciones entre la ciencia y sus diversas contextualidades, la del investigador y su rol político o responsabilidad ética, debieran estar suficientemente marcadas en la elaboración de los conocimientos científicos.

La pregunta tan reiterativamente formulada y de igual manera tan mal respondida: qué investigar y para quién investigar, está a la espera de una sensata y reflexiva respuesta.
Este punto de partida nos lleva enseguida a un punto de llegada que debemos analizar muy críticamente; sobre todo, en el escenario universitario y público donde muchos investigadores intentan realizar una acción y un acto que consideran puede legitimar sus pretensiones de estar realizando investigación científica. Es decir, existe la necesidad de ser lo suficientemente conscientes para saber y entender en qué consiste la producción del conocimiento, al menos en sus medios y fines.

Sin esa perspectiva de la realidad de nuestra actividad científica e intelectual, los procesos y resultados de la ciencia bien pudieran estar muy separados y distanciados de los criterios y principios políticos, sociales y económicos, éticos, de lo que es y significa esta actividad y esos actos en los que registramos nuestra experiencia de lo que es el telos de las investigaciones científicas.

Me parece de extrema importancia, revisar estas referencias para entonces situarnos frente a los problemas y soluciones, los conflictos y alternativas, discusiones y opiniones, sobre lo que consideramos pueda ser el sentido y significado de nuestras investigaciones de frente a la realidad que nos desafía con sus problemas. La calidad de éstas, bien puede representar un indicador para una reflexión en voz alta, donde la mayoría no solo escuche sino que participe en esa toma de decisiones que pueden contribuir a avanzar y superar los estrechos criterios de lo que es la cientificidad y los procesos materiales, físicos, etc., que entran a formar parte de la producción de los conocimientos científicos.

En el marco de estas ideas sobre el estado actual de la producción de saberes y conocimientos científicos en la sociedad (global) de conocimiento, nos parece oportuno evaluar y diagnosticar lo que podríamos entender por los procesos productores de conocimientos, que se entienden científicos porque son conocimientos que están directamente relacionados con la transformación de la ciencia que le sirve de fundamento teorético a una particular forma de pensar y producir los conocimientos, y con el desarrollo práctico-social de inéditos momentos de creatividad que nos permiten avanzar en nuevos presupuestos epistemológicos de mayor significación social e histórica.

El horizonte de la investigación científica se orienta en esa dirección: hacia una sociedad de conocimiento y hacia comunidades de investigación, sin las que aquella sociedad no posee sentido ni tiene un futuro humanista posible.

DE LA EXCELENCIA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA A LA CALIDAD DE LAS PUBLICACIONES CIENTÍFICAS

Cualquier investigación está y se realiza en un complejo orden de relaciones, que debemos considerar para evaluar su pertinencia y viabilidad.

La pertinencia, porque siempre es imprescindible tener razones acerca del campo de la necesidad donde la investigación se inscribe. Si, en efecto, el desarrollo y la culminación de la misma permiten niveles de efectiva transformación de las relaciones en las que la investigación se ha propuesto, y que, sobre todo, incida de manera directa en cambios sobre la realidad tratada e intervenida a corto, mediano y largo plazo. Ninguna investigación se cumple en sí misma, por el contrario, debido a la necesidad de justificar su pertinencia (social, económica, política, etc.), ella se dialéctiza en su propia actualidad y se abre a otros horizontes en los que es necesario redefinir su vigencia.

La viabilidad es la suposición de que la investigación se puede cumplir en un espacio y tiempo. Esa dimensión que va del presente al futuro, y que tan oportunamente nos permite ver el movimiento que debe seguir y debemos impregnar a nuestras hipótesis y a las variabilidades metodológicas necesarias para poder captar lo que es el sentido general y particular de la investigación con respecto a sus objetos y objetivos. La viabilidad es todo un proceso y conjunto de estrategias que nos ponen en curso de ir hacia fines que debemos demostrar pueden ser cumplidos de una u otra manera, y que se construyen y deconstruyen en ese ir hacia dónde la investigación dirige al mismo investigador. Es una relación personal, social y cultural, que sitúa a la investigación en un campo de relaciones posibles, críticas y falibles.
Se requiere por parte del investigador demostrar una experiencia avalada y consagrada por la práctica investigativa. Esta práctica puede estar asociada de algún modo a la cronología y a la biografía que data delpropio mundo del investigador, la institución y la cultura en la que se desenvuelve y es proyectado y reconocido. 

Es decir, el investigador es un personaje de relieve destacado en su área de experticia. No se pueden admitir bajo principio de reciprocidad, similitud o tolerancia, procesos, proyectos, programas, actividades relacionadas con la investigación profesional, que no atiendan ese currículo vitae de un investigador formado competentemente para desarrollar metodologías y un discurso del pensamiento crítico y epistemológico, que le permita indagar con toda solvencia y profundidad en los problemas que se ha planteado y que requieren de originalidad, creatividad y de una hermenéutica particular para interpretar hechos y realidades que deben ser contrastadas por la comunidad de investigación, en la que el investigador debe presentar sus resultados.

Se insiste con estas ideas en que los artículos, monografías, ponencias, ensayos, libros, papeles, notas, etc y etc., solamente para referir la dar a conocer los resultados parciales o totales de sus investigaciones, siempre deben responder a un nivel de la más alta calificación que debe poseer el investigador. A este nivel de alta competencia profesional, un investigador está necesariamente asociado y/o adscrito a diversos órganos de difusión de investigaciones científicas de la que él forma parte directa o indirectamente.

No hay mayor novedad en esa relación entre las labores de investigación del investigador y las publicaciones periódicas, indexadas y arbitradas de le sirven de vaso comunicante. Es más, uno y otro se relacionan hasta la identificación. Se asume de esta manera que las investigaciones que se adelantan están enmarcadas en el paradigma de la racionalidad epistémica que orienta a estas investigaciones, en un circuito abierto de redes de información y difusión a las que pertenecen las revistas calificadas como especializadas, y que recogen la producción de ese conocimiento para ponerla en un mercado internacional de información y conocimiento por el que transitan para su consulta, lectura, opinión, crítica, observación, los resultados de las investigaciones, en alguno de los formatos editoriales que le sirven de difusión, y que van del artículo especializado a los ensayos generales.

Es imprescindible insistir en este asunto para evitar falsos y malos entendidos. En una sociedad del conocimiento con niveles tan sofisticados de controles y comunicaciones masmediáticas y globalizadoras, no hay espacio para la difusión de conocimientos que no sean efectivamente relevantes y trascendentes. La economía de mercado de los resultados científicos se orienta con respecto al lector en su condición cultural, institucional y gubernamental. No es solamente el prestigio personal aquello que termina siendo un indicador que nos permite saber la procedencia de los conocimientos científicos, como se consideraba en otros momentos. Ahora se trata de establecer desde una perspectiva de integración y asociación, los resultados de las investigaciones científicas que adelanta un investigador que ya no está en estas labores a título personal, sino que a través de él se crean un sistema de interacciones de diversa índole que le permite acceder a un campo de intercambio científico que es representado por otras institucionalidades que son las que permiten los intercambios de conocimientos y el desarrollo de políticas científicas que hacen posible unificar y diversificar recursos humanos y capitales financieros. 

Esto nos permite aclarar de manera directa el impacto de investigaciones que se realizan a este nivel, que están muy alejadas del nombre propio o la publicación esporádica u ocasional sin vinculación alguna con líneas que pertenezcan a un programa o proyecto de investigación. No existe más el investigador en solitario variedad de modalidades de las que se puede valer un investigador para y a la deriva. El oportunista y el convencional. Ese rol de investigador que se fabrica desde una cultura de la investigación que no responde de modo alguno, al desarrollo de una trayectoria personal e institucional que es lo que en definitiva le sirve de aval al investigador, a su comunidad, y a los resultados de sus investigaciones.

Por otra parte, merece cierta atención la formación de investigadores noveles y más todavía la forma o los tipos de investigaciones y de publicaciones de otro orden que aún no pueden ser reconocidas de primer nivel enrevista de igual acreditación y/o calificación, porque estos investigadores deben hacer la debida "carrera profesional" y lograr y cumplir con todos los requisitos de excelencia que les permita el reconocimiento en el tiempo, entre quienes forman parte de la comunidad científica. Eso merece un ejercicio en las actividades y labores investigativas largo y paciente. Lo que se recomienda es que estos investigadores noveles se inicien en programas y proyectos de investigación como auxiliares o co-investigadores bajo la égida de un investigador consolidado o consagrado, que le permita generar la experiencia investigativa tan personalizada como le sea posible. No existe otra manera de lograr los niveles de aprendizaje y de realización en este complejo y difícil arte de la investigación científica. El investigador novel debe iniciar su carrera bajo la asesoría de su tutor o mentor.

Es una tarea disciplinaria y discipular. No se puede iniciar una carrera académica en ningún plano de las posibilidades que ofrece una carrera académica sin la vocación y la orientación necesaria y suficiente sobre lo que implica preparar un recurso humano, que debe enfrentar cognoscitivamente grandes desafíos a su forma de pensamiento y a lógicas discursivas y argumentales, que requieren mucho entrenamiento y capacitación. El hecho de lograr una publicación en una revista internacional avalada y acreditada por los índices e instituciones de reconocido prestigio internacional, debe convertirse entre los investigadores noveles todo un acto de buena fe; es decir, lograr con éxito ese fín después de cumplir los principios elementales de la formación básica y profesional en estos niveles, para después emprender la auténtica carrera de investigador, es decir, de pensador acerca de los problemas que confronta el ser humano frente a los diversos conflictos que deben resolver mientras se desarrolla en sociedad. Estamos en presencia de una cultura dirigida a preparar intelectualmente de la manera más compleja y profunda, a través de algunos largos años, a una persona que en efecto cumple con todos los requisitos que se exigen para el desempeño de esta profesión, pero que además,tenga la suficiente sensibilidad para reconocer el desafío que implica la obtención de estos logros y los medios necesarios para llegar a esos fines.

De una u otra manera, existe una simbiosis entre la investigación y las publicaciones. Entre ambos la reciprocidad y el correlato es obvio y equivalente. Las exigencias y competencia entre el sector de la producciónde conocimientos y la publicación de estos es complementaria. Un buen investigador solamente puede y debe publicar en una buena revista sus investigaciones, y viceversa. Ningún investigador sale de caza paraobtener como premio la publicación de su artículo, en una revista de menor o inferior rango. Existen los baremos respectivos entre los entes de acreditación, valoración y méritos nacionales e internacionales, que orientan las publicaciones de los investigadores en las revista más competentes de sus respectivas áreas de conocimiento.

Cada revista resulta ser una especie de carta de presentación a la comunidad de especialistas a la que estará o deberían estar dirigidos los resultados de las investigaciones que realiza el investigador. Este criterio de pertinencia y de viabilidad solamente puede existir y ser demandado casi democráticamente, en la medida que el investigador tenga las competencias mínimas para acceder a ese dominio de la divulgación científica de sus investigaciones. Es cada vez más éste un requisito sine qua non para el desarrollo profesional de quienes han optado por la profesión de investigadores, en una cultura científica donde las revistas científicas son los medios de comunicación más eficaces, efectivos y eficientes de la transmisión del conocimiento científico, porque en ellas se valora una constante de méritos que tiene que ver con las máximas normas de exigencia profesional, capaces de hacer evidente la calidad de las investigaciones que realiza un investigador. 

Esas competencias se miden a través de ciertos criterios cualitativos y cuantitativos que poseen las diversas revistas de las diversas especialidades donde se ofrecen oportunidades para la publicación de los resultados científicos de las investigaciones. Estos pueden ir desde la redacción hasta la coherencia lógica de las ideas y sus respectivas interpretaciones, a través de conceptos o categorías. Pero se trata acá de resaltar no tanto estos aspectos formales de evaluación de las revistas, sino de puntualizar los aspectos de contenido que debe reunir el investigador a nivel de su formación lo que presupone la exigencia de los requisitos que hemos referido, y que son los que deben corresponderse con el perfil, las características y el prestigio de la publicación que le sirve de medio para lograr la publicación de sus investigaciones. En tal sentido, se mide la importancia del conocimiento que maneja el investigador al interior del público lector-especializado de la comunidad que en cuestión le sirve de alter para contrastar los resultados de las investigaciones. 

No solamente el hecho de publicar en una revista de prestigio, uno de los requerimientos que se le exigen a los investigadores sino que también las consecuencias naturales que tal o tales posibles publicaciones logran en la comunidad de especialistas y profesionales del área. Así que el artículo va más allá de él mismo, y trasciende a otros espacios de interacción en la medida que el mismo está pensado desde una teoría, demostrado desde una metodología, y criticado desde una epistemología. Serían las tres grandes áreas o temas dentro de las que se debería evaluar la producción científica de un investigador a la hora y el momento de serle aceptado un artículo por una revista de reconocido prestigio y nivel intelectual e internacional. No está demás señalar que existe una élite de estas revistas y de estos investigadores, y de estas culturas científicas y de estas comunidades de indagación. No podría ser de otra manera ya que es la única regla de oro que permite valorar en su justa proporción la necesaria e imprescindible relación e interacción entre los proyectos de investigación como proyectos concebidos para un auténtico desarrollo de la investigación científica y la presencia tan necesaria de las revistas científicas como órganos de representación y comunicación de esos resultados científicos.

Entre nosotros los venezolanos y latinoamericanos, todavía hay mucho de esta caracterización cultural que va "De la excelencia de la investigación científica a la calidad de las publicaciones científicas", y que es vital activar para compartir en un rango de igualdades más sincrónicas, y menos aleatorias. Es decir, en respuesta a normas y valores muy directos, que impidan la deformación o perversión profesional a la hora de elegir y seleccionar aquellos artículos, ponencias, etc., que consideramos pudieran ser publicadas en una revista certificada comoAo en una revista B. 

El problema que se nos presenta no es tanto de valoración formal sobre el investigador, su formación profesional, o la presentación en su versión final de los resultados de sus investigaciones. El asunto de fondo y que merece la relevancia del caso, está en lo que es el contenido del aspecto formal. Allí es que debe darse con toda intensidad e intención la evaluación de lo que representa esa investigación y sus resultados al interior de las comunidades de investigación a las que el propio investigador pertenece u otras a las que se quiere dirigir por razones de teoría, método, episteme, disciplina o transdisciplina. 

Estos referentes son indispensables para estimar con criterio de pertinencia y viabilidad la publicación de un artículo o cualquier otra de las modalidades, de manera que pueda darse una verdadera contribución en alguna de las áreas del conocimiento a las que está referida la investigación. Se adolece con frecuencia de estos criterios de exigencia, y de manera muy displiciente se conceden autorizaciones por parte de árbitros o evaluadores de artículos que no tienen ninguna o muy poca relevancia dentro del campo de especialidad de una revista o porque los mismos artículos no llenan las condiciones mínimas como para formar parte de un discurso epistemológico que adelante debates y críticas, opiniones y cuestionamientos, que en verdad sirvan de motivadores y estimulantes para desarrollar el espíritu de argumentación creativa sin la que las investigaciones pierden toda trascendencia de interés práctico con otras áreas de las ciencias naturales o sociales. Se trata, entonces, de normar criterios y principios que efectivamente permitan avalar las investigaciones y sus resultados científicos, desde una comunidad de investigación que sepa asumir los acuerdos y consensos, porque sin éstos es imposible darle la direccionalidad que merece la investigación de acuerdo a su calidad y a la responsabilidad ética y política, social y económica, que está implica y que porta el investigador al momento de querer que se entienda y se interprete su obra en el contexto en el que ésta asume su sentido y su significado.

Demás está señalar y destacar lo que regularmente es una verdad de hecho normativa, en cierto tipo de investigaciones que se presenta para su publicación.Todo ese mundo de normas generales y específicas a las que ya hemos hecho alusión quedan suspendida por una "epojé" fenomenológica, que no intenta en modo alguno verificar algún criterio ya establecido por un supuesto básico: es decir, en una palabra, que el artículo (u otro), cumpla con las normas mínimas de escritura, gramática, etc., y todos esos factores de carácter formal, repetimos, sin los que no hay posibilidad de presentar una estructura formal, material, física, coherente del artículo.

Se trata en su sentido más complejo y profundo, de algo muy diferente. Más allá de estos cumplimientos, se trata de estar en presencia de una investigación que ya supone el dominio de los aspectos señalados con anterioridad, y que pueda pasar directamente a la estructura de fondo que implica graves niveles de reflexión e interpretación por parte de los árbitros de los asuntos tratados desde el punto de vista de los procesos de investigación filosófica, política, social, que están en el debate de las respectiva ciencias sociales. Cualquier otro planteamiento resultaría realmente irrelevante para el interés de la comunidad de investigación cuya cultura epistemológica obliga a las revistas a publicar artículos y demás formas posibles, trabajos que representen un avance en el orden de conocimientos propuestos: es decir, es un ir del conocimiento de lo dado hacia delante con todo lo que de caos e incertidumbre eso supone. Al menos esto es lo que vemos y leemos en revistas de alto impacto científico, por su gran impacto comunicativo y de contenido material del conocimiento científico.

LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA  (I) Por : Jesús Guerra Garrido Introducción En los procesos relacionados con la investiga...