jueves, 25 de junio de 2015

EL PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA EN EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN

Autor: Jesús Guerra Garrido








Dentro del proceso de investigación el problema constituye el punto de partida desde el cual se establecen las acciones a desarrollar para ahondar en los elementos constitutivos de la situación real objeto de estudio, a través de la aplicación del aparato teórico del investigador y la ejecución de las actividades de indagación (documental, bibliográfica o de campo), que permitirán generar las respuestas pertinentes a tal situación, así como las posibles alternativas concretas de solución a la misma. 

Con relación a lo que  representa el concepto problema, es pertinente considerar lo que plantean algunos autores, a los fines de alcanzar una mayor precisión acerca de su importancia y significación para emprender toda acción indagatoria dentro de los parámetros del método científico: 

- García (2002) afirma que el problema se traduce en "un vacío de información respecto al objeto de estudio, el desconocimiento de un aspecto, una inconsistencia entre teoría y práctica o una información contradictoria" (p. 32). 

- Ávila (2006) señala que representa "una situación conflictiva en la que es posible identificar los elementos que la causan, cuando esto se logra se tienen elementos para un buen planteamiento del problema, oportunidades y necesidades" (p. 35).

- Tamayo y Tamayo (2004) considera que el problema "es el punto de partida de la investigación. Surge cuando el investigador encuentra una laguna teórica, dentro de un conjunto de datos conocidos. o un hecho no abarcado por una teoría, un tropiezo o un acontecimiento que no encaja dentro de las expectativas en su campo de estudio" (p. 120). 

Las definiciones y descripciones anteriores permiten inferir la importancia que tiene el problema en toda investigación, a la vez que revelan que todo proceso indagatorio tiene su raíz fundamental en una verdadera y clara problematización de la realidad, lo cual implica indicar con precisión los aspectos críticos de la misma, en cuanto a insuficiencia o contradicciones de la información, falta de consistencia entre teoría y práctica respecto a esa realidad, situación conflictiva o insuficiencias teóricas, entre otros. 

En ese sentido el planteamiento correcto del problema de una investigación es un momento clave de su realización, en el sentido de que permite dilucidar la forma como se llevará a cabo la misma, las fuentes bibliográficas y documentales a consultar, el diseño de investigación apropiado, así como las técnicas e instrumentos que permitirán recolectar y procesar los datos e informaciones sobre el tema tratado.

Gómez (2006) señala una serie de consideraciones generales que se deben tener en cuenta para llevar a cabo el planteamiento del problema:

  • El problema debe expresar una relación entre dos o más variables o dejar claramente definido el aspecto de la realidad que se va a explorar. 
  • El problema debe estar formulado claramente y sin ambigüedad. Una vez explicado claramente se puede formular una o más preguntas que indiquen claramente lo que se pretende contestar como resultado de la investigación (por ejemplo: ¿Qué efecto tiene A sobre B? ¿En qué condiciones se desarrolla tal fenómeno? ¿Cómo se relaciona A con B en tal población? 
  • El planteamiento del problema debe implicar la posibilidad de realizar una prueba empírica o una recolección de datos. Es decir, debe debe ser factible de observarse y/o medirse en la realidad.

La mayor o menor claridad con la cual se llegue a plantear el problema va constituir el indicador más elocuente de hasta qué punto se ha llegado a problematizar de manera correcta y concreta a la realidad objeto de estudio y, en consecuencia, en qué medida se podrá llevar a cabo un proceso de investigación donde se aborde con precisión y pertinencia dicha realidad y se generen respuestas igualmente precisas y pertinentes a la o las interrogantes que han surgido del problema planteado.

Complementando lo anterior, es importante anotar que un planteamiento del problema que permita expresar debidamente una problematización de la realidad, en virtud de la cual se logren determinar los aspectos críticos, anómalos, carencias, contradicciones o insuficiencias presentes en dicha realidad, requiere estar sustentado en una sólida contextualización de dicho problema. Dicha contextualización comprende un breve diagnóstico, descripción, análisis y argumentación del problema, que se hace manifiesto en una estructura que va de lo general a lo particular.

A partir de una contextualización sólida del problema, es posible elaborar de manera coherente y precisa las preguntas y los objetivos del estudio, lo que permitirá orientar y dirigir el proceso de investigación, indicando los aspectos a abordar y a analizar para poder dar respuesta a las interrogantes planteadas y generar las posibles alternativas de solución al problema. 


Referencias 

Ávila, H. (2006). Introducción a la metodología de la investigación. Libro electrónico. Recuperado en: www.eudmed.net/libros/2006c/203/

García, F. (2002). La tesis y el trabajo de tesis: recomendaciones metodológicas para la elaboración de los trabajos de tesis. México: Limusa.

Gómez, M. (2006). Introducción a la metodología de la investigación científica. Buenos Aires: Brujas.

Tamayo y Tamayo, M. (2004). El proceso de la investigación científica. México: Limusa. 

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