LA FORMACIÓN DE INVESTIGADORES NOVELES: UNAS IDEAS
Por:
Jesús N. Guerra Garrido
La importancia estratégica de la investigación en el desarrollo de un
país no debe ser objeto de discusión alguna. Así mismo, la participación
activa de las universidades constituye una de sus tareas esenciales, pues aun
cuando no son las únicas que realizan investigación, sí deben ser las llamadas
a asumir la responsabilidad en la formación de los profesionales que
investigan, generar las condiciones necesarias para el desarrollo de la
investigación y desarrollar con otras instituciones (públicas y privadas),
organizaciones no gubernamentales y empresas, entre otros, las redes de
búsqueda y producción de conocimientos
Algunos planteamientos como el de Pereira, Suárez y
Hernández (2008) destacan que en el ámbito de América Latina las instituciones
universitarias deben ser los principales centros de investigación y que la
investigación en la universidad debe estar dirigida a buscar la verdad, generar
conocimientos, resolver problemas.
Por su parte, el Instituto para la
Educación Superior para América Latina y el Caribe y la Organización de las
Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (IESALC/UNESCO)
(2006), destacan que el 70% de la investigación de los diferentes países se
realiza dentro de las universidades, lo que viene a indicar la presencia e
importancia de estas instituciones como entes promotores de la investigación y
formadores del talento humano llamado a llevarla a cabo y dirigirla.
En el caso concreto de Venezuela, la investigación continúa siendo una
actividad cada vez más relegada en las universidades, prevaleciendo más la
función de docencia que la de investigación, afectándose con ello la
renovación, producción y creatividad de la primera por la cada vez más marcada
deficiencia y parálisis de la segunda. Cabe señalar que para el año 2006 el
Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y Tecnología reportaba que en la
mayoría de las universidades, aún no se ha logrado definir un plan
institucional de promoción de los investigadores y los pocos profesores
universitarios que investigan por compromiso con su propio ejercicio docente,
se ven obligados a realizar un esfuerzo extra en términos de tiempo y recursos.
En consideración a lo señalado, es pertinente destacar la misión del Plan
Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, Venezuela 2005-2030 que propone
como uno de sus objetivos: “contribuir con hacer posible un desarrollo
endógeno, sustentable y humano a través de incentivo y desarrollo de procesos
de investigación, producción y transferencia de conocimiento de calidad y
pertinente a los problemas y demandas fundamentales que afectan actualmente a
la sociedad venezolana y los que potencialmente (mediano y largo plazo),
pudieran impactar las áreas económicas, sociales y culturales donde la ciencia,
tecnología e innovación desempeñan un rol fundamental”.
Lo anterior se
contradice con
la crítica situación de las universidades, donde la función de investigación ha
quedado relegada a la de docencia y absorbida por las diferentes actividades
del trabajo docente, que, a su vez, se mantiene como una actividad
desligada y ajena a la de investigación, lo que representa una situación
altamente contradictoria dado el hecho del carácter de la universidad como ente
encargado de producir conocimiento e innovación en el contexto de las ciencias
naturales, sociales y, por ende, en la tecnología.
La formación de nuevos investigadores debe ser uno de los compromisos a
asumir por las universidades, como parte de los procesos relacionados con el
mejoramiento del desempeño de esta función, de tal manera que su gestión pueda
darle a la investigación científica, tecnológica y humanística el
carácter de actividad fundamental del quehacer universitario y expresión de su
capacidad creadora de conocimientos (Sedano y Neira, 2004).
Ello implica la ejecución de acciones concretas que Mota (2005) ubica en
cuatro vertientes:
- Cómo abordan las instituciones de educación superior a la
investigación como tarea sustantiva.
- Elaboración de un recuento de los
recursos humanos que participan en la investigación.
- Revisión y evaluación de los programas de investigación
ya establecidos en los departamentos, escuelas, y facultades.
- Revisión y análisis de la investigación terminada y
publicada, sobre todo la de los últimos dos o tres años (p. 21).
Lo cierto es que la realidad no indica que se haya avanzado en la
definitiva formación de un perfil de investigador en el marco de los diferentes
planes de estudio de las universidades venezolanas. En ese sentido, se podría
presumir ausencia de indicios sólidos que evidencien los aportes de las
universidades a la construcción de conocimientos científicos en las diferentes
disciplinas.
Esta presunción se ve
dolorosamente confirmada en el reporte que hace Elia García, Decana de
Investigación y Desarrollo de la Universidad Simón Bolívar en mayo de
2013, acerca del estudio realizado por Insardo Bonalde del IVIC, donde se
reporta que el 98% de la investigación en Venezuela se produce en el IVIC, ULA,
USB, LUZ, UDO y UC, manteniéndose una tendencia descendente.
Así mismo, el Web Of
Science, señala que desde el 2008 la investigación venezolana ha descendido
progresivamente en un 37,5% y no ha aumentado el número de centros de
investigación, ni de universidades que generen nuevos conocimientos (citada por García). Igualmente
reporta García, que Venezuela ocupó en 2010 la posición 6 en producción
científica, después de Brasil, México, Chile, Argentina y Colombia; pero en
2011, Venezuela pasó al lugar 7, y Cuba ascendió al puesto 6, mientras los
demás países conservaron su posición.
Estos datos expresan un estado de deficiencia con
tendencia a la postración respecto a lo que debe ser el desarrollo de la
investigación en el marco de las universidades y las insuficiencias que se
encuentran presentes en la formación del talento humano con las competencias
necesarias para la investigación. Insuficiencias que responden a una cultura organizacional universitaria donde la valoración de la investigación se encuentra relegada a un segundo plano.
Las acciones dirigidas a fomentar sólidos programas de
investigación en los niveles iniciales de las instituciones universitarias no
han sido debidamente llevadas a cabo o, si se ha hecho, es un secreto muy bien
guardado, porque la realidad de la formación de un perfil de investigador en el
marco de los diferentes planes de estudio de las universidades venezolanas, no
se percibe en realizaciones palpables y de impacto para el desarrollo en los
ámbitos regionales y nacional.
Es urgente el
desarrollo de auténticas políticas dirigidas a promover procesos de búsqueda, localización e incentivo de los
talentos humanos para la investigación en las instituciones universitarias, de
tal manera que la incorporación de dicho recurso a la investigación abarque
tanto los aspectos cuantitativos, en cuanto la integración del mayor número de
profesionales, como cualitativos, en el sentido, de que se contaría con los
profesionales para llevar adelante los procesos de investigación en forma
continua y dentro de parámetros de excelencia, aplicabilidad y pertinencia.
El desarrollo de
estas políticas debe estar presto a rescatar la importancia estratégica de la
investigación en el desarrollo nacional, como aspectos centrales que están
fuera de toda discusión, al igual que la participación de las instituciones de
educación superior en esta actividad. En ese sentido, se puede afirmar que su
planteamiento y posterior ejecución en la práctica en el corto y mediano plazo,
constituiría una base referencial para difundir el rescate de la función de
investigación como práctica no sólo intrínseca al quehacer universitario, sino
también prioritaria para la supervivencia de la universidad como ente
estratégico en la consecución de un verdadero desarrollo tecnológico y
científico del país.
Desde estas
políticas se debe asumir el desarrollo del proceso de formación de
investigadores como una secuencia diacrónica, que debe tener su punto de
partida en los niveles de formación inicial (pregrado), a los fines de
establecer los elementos básicos relativos a aptitudes, actitudes y valores
relacionados con la investigación que deben conformarse en este nivel como
punto de partida para profundizar en la formación y desarrollo para la
investigación a nivel de postgrado (Actualización, Diplomado, Especialización y
Maestrías, entre otros).
En ese sentido, se
puede afirmar que los planes y programas a proponer deben plantea una visión de
carácter innovador, desde la cual se asuma que la investigación no es un
proceso que se inicia, ni se limita a los postgrados, sino que tiene que ser
una práctica cuyo punto de partida se hace presente desde la misma formación
inicial, por lo que la integración de las funciones de investigación-docencia
constituye uno de los ejes centrales para la ejecución en la práctica de esta
propuesta.
A manera de
precisión en lo que respecta a lo que deberían ser las grandes líneas a
considerar en el marco de un proceso dirigido a promover la investigación en
profesionales noveles, se plantean a continuación lo que pueden denominarse
momentos a desarrollar (08):
Momento I.
Afianzamiento de las competencias docentes en investigación: La ejecución de este momento se
encuentra dirigida a lograr que se logren consolidar profesionales docentes que
posean los conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas relacionadas con
el quehacer de la investigación.
Momento II.
Incremento del interés hacia la investigación: Convertir a la investigación en una práctica que se
vincule con los intereses y necesidades de los estudiantes, vinculándolas con
lo que representa el método científico en toda su extensión.
Momento III.
Detección de aptitudes y actitudes hacia la investigación: Ello implica el desarrollo de un proceso
de evaluación a través del cual se puedan conocer a fondo intereses,
disposiciones y capacidades para la práctica de la investigación.
Momento IV.
Capacitación en aspectos técnicos: La detección de potencialidades, intereses y actitudes debe dar
paso a un proceso intenso de capacitación desde el cual se provean los
elementos epistemológicos que sustentan el quehacer en la investigación.
Momento V.
Valoración y empleo de la investigación e información: En este momento se debe fortalecer los
aspectos personales y éticos del investigador en proceso de formación,
considerando los objetos de su investigación.
Momento VI.
Aproximación del estudiante al ámbito de lo científico: En este momento se llevan a cabo las
acciones y prácticas que vinculen estrechamente con el ámbito y la cultura de
la investigación.
Momento VII.
Experiencias y prácticas relacionadas con la investigación: Se trata de fomentar en el estudiante la
sistematización de las experiencias y prácticas de investigación en los
diferentes momentos de su quehacer académico y social.
Momento VIII.
Inserción profesional novel en programas de investigación de postgrado: Ya con el título profesional de
pregrado, se procede a promover la inserción del estudiante a programas de
investigación a través de los cuales se apreste al mejoramiento continuo de sus
competencias.
La pertinencia y
aplicabilidad de estos momentos es auténtica y autenticable a través de una
correcta y sistematizada ejecución, que indudablemente debe responder a
políticas reales que en materia de investigación se generen desde las
instancias universitarias.
REFERENCIAS
García, E. (2013). "Producción
científica en Venezuela ha descendido en 37,5%". Reunión de los Consejos de
Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico. Recuperado
en: http://usbnoticias.info/post/25300.
IESALC/UNESCO (2006). La educación superior en América
Latina. Santiago de Chile: Autores.
Mota (2005). Lineamientos para la conformación
de un programa institucional para la formación de investigadores. México:
Universidad Autónoma Nacional de Guadalajara. .
Pereira, L.; Suárez, W. y Hernández, J.
(2008). Problemas de investigación en las universidades venezolanas. Revista Espacios 29(1).
Recuperado en: http://www.revistaespacios.com/a08v29n01/08290801.html
República Bolivariana de
Venezuela. Plan Nacional de
Ciencia, Tecnología e Innovación, Venezuela 2005 - 2030
Sedano, E. y Neira, R. (2004).
Consideraciones sobre la formación de investigadores en la universidad. Revista Electónica de Medicina.
Recuperado en: http://biomed.uninet.edu/2004/n1/index.html
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