domingo, 17 de mayo de 2015

LA FORMACIÓN DE INVESTIGADORES NOVELES: UNAS IDEAS

                                                    Por: Jesús N. Guerra Garrido


La importancia estratégica de la investigación en el desarrollo de un  país no debe ser objeto de discusión alguna. Así mismo, la participación activa de las universidades constituye una de sus tareas esenciales, pues aun cuando no son las únicas que realizan investigación, sí deben ser las llamadas a asumir la responsabilidad en la formación de los profesionales que investigan, generar las condiciones necesarias para el desarrollo de la investigación y desarrollar con otras instituciones (públicas y privadas), organizaciones no gubernamentales y empresas, entre otros, las redes de búsqueda y producción de conocimientos

Algunos planteamientos como el de Pereira, Suárez y Hernández (2008) destacan que en el ámbito de América Latina las instituciones universitarias deben ser los principales centros de investigación y que la investigación en la universidad debe estar dirigida a buscar la verdad, generar conocimientos, resolver problemas. 

Por su parte, el Instituto para la Educación Superior para América Latina y el Caribe y la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (IESALC/UNESCO) (2006), destacan que el 70% de la investigación de los diferentes países se realiza dentro de las universidades, lo que viene a indicar la presencia e importancia de estas instituciones como entes promotores de la investigación y formadores del talento humano llamado a llevarla a cabo y dirigirla. 

En el caso concreto de Venezuela, la investigación continúa siendo una actividad cada vez más relegada en las universidades, prevaleciendo más la función de docencia que la de investigación, afectándose con ello la renovación, producción y creatividad de la primera por la cada vez más marcada deficiencia y parálisis de la segunda. Cabe señalar que para el año 2006 el Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y Tecnología reportaba que en la mayoría de las  universidades, aún no se ha logrado definir un plan institucional de promoción de los investigadores y los pocos profesores universitarios que investigan por compromiso con su propio ejercicio docente, se ven obligados a realizar un esfuerzo extra en términos de tiempo y recursos.

En consideración a lo señalado, es pertinente destacar la misión del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, Venezuela 2005-2030 que propone como uno de sus objetivos: “contribuir con hacer posible un desarrollo endógeno, sustentable y humano a través de incentivo y desarrollo de procesos de investigación, producción y transferencia de conocimiento de calidad y pertinente a los problemas y demandas fundamentales que afectan actualmente a la sociedad venezolana y los que potencialmente (mediano y largo plazo), pudieran impactar las áreas económicas, sociales y culturales donde la ciencia, tecnología e innovación desempeñan un rol fundamental”.

Lo anterior se contradice con la crítica situación de las universidades, donde la función de investigación ha quedado relegada a la de docencia y absorbida por las diferentes actividades del trabajo docente, que, a su vez,  se mantiene como una actividad desligada y ajena a la de investigación, lo que representa una situación altamente contradictoria dado el hecho del carácter de la universidad como ente encargado de producir conocimiento e innovación en el contexto de las ciencias naturales, sociales y, por ende, en  la tecnología.

La formación de nuevos investigadores debe ser uno de los compromisos a asumir por las universidades, como parte de los procesos relacionados con el mejoramiento del desempeño de esta función, de tal manera que su gestión pueda darle a la  investigación científica, tecnológica y humanística el carácter de actividad fundamental del quehacer universitario y expresión de su capacidad creadora de conocimientos (Sedano y Neira, 2004).

Ello implica la ejecución de acciones concretas que Mota (2005) ubica en cuatro vertientes: 

- Cómo abordan las instituciones de educación superior a la investigación como tarea sustantiva.
- Elaboración de un recuento de los recursos humanos que participan en la investigación.
- Revisión y evaluación de los programas de investigación ya establecidos en los departamentos, escuelas, y facultades.
- Revisión y análisis de la investigación terminada y publicada, sobre todo la de los últimos dos o tres años (p. 21). 

Lo cierto es que la realidad no indica que se haya avanzado en la definitiva formación de un perfil de investigador en el marco de los diferentes planes de estudio de las universidades venezolanas. En ese sentido, se podría presumir ausencia de indicios sólidos que evidencien los aportes de las universidades a la construcción de conocimientos científicos en las diferentes disciplinas. 

Esta presunción se ve dolorosamente confirmada en el reporte que hace Elia García, Decana de Investigación y Desarrollo  de la Universidad Simón Bolívar en mayo de 2013, acerca del estudio realizado por Insardo Bonalde del IVIC, donde se reporta que el 98% de la investigación en Venezuela se produce en el IVIC, ULA, USB, LUZ, UDO y UC, manteniéndose una tendencia descendente. 

Así mismo, el Web Of Science, señala que desde el 2008 la investigación venezolana ha descendido progresivamente en un 37,5% y no ha aumentado el número de centros de investigación, ni de universidades que generen nuevos conocimientos (citada por García). Igualmente reporta García, que Venezuela ocupó en 2010 la posición 6 en producción científica, después de Brasil, México, Chile, Argentina y Colombia; pero en 2011, Venezuela pasó al lugar 7, y Cuba ascendió al puesto 6, mientras los demás países conservaron su posición.  

Estos datos expresan un estado de deficiencia con tendencia a la postración respecto a lo que debe ser el desarrollo de la investigación en el marco de las universidades y las insuficiencias que se encuentran presentes en la formación del talento humano con las competencias necesarias para la investigación. Insuficiencias que responden a una cultura organizacional universitaria donde la valoración de la investigación se encuentra relegada a un segundo plano.    

Las acciones dirigidas a fomentar sólidos programas de investigación en los niveles iniciales de las instituciones universitarias no han sido debidamente llevadas a cabo o, si se ha hecho, es un secreto muy bien guardado, porque la realidad de la formación de un perfil de investigador en el marco de los diferentes planes de estudio de las universidades venezolanas, no se percibe en realizaciones palpables y de impacto para el desarrollo en los ámbitos regionales y nacional.   

Es urgente el desarrollo de auténticas políticas dirigidas a promover procesos de búsqueda,  localización e incentivo de los talentos humanos para la investigación en las instituciones universitarias, de tal manera que la incorporación de dicho recurso a la investigación abarque tanto los aspectos cuantitativos, en cuanto la integración del mayor número de profesionales, como cualitativos, en el sentido, de que se contaría con los profesionales para llevar adelante los procesos de investigación en forma continua y dentro de parámetros de excelencia, aplicabilidad y pertinencia.

El desarrollo de estas políticas debe estar presto a rescatar la importancia estratégica de la investigación en el desarrollo nacional, como aspectos centrales que están fuera de toda discusión, al igual que la participación de las instituciones de educación superior en esta actividad. En ese sentido, se puede afirmar que su planteamiento y posterior ejecución en la práctica en el corto y mediano plazo, constituiría una base referencial para difundir el rescate de la función de investigación como práctica no sólo intrínseca al quehacer universitario, sino también prioritaria para la supervivencia de la universidad como ente estratégico en la consecución de un verdadero desarrollo tecnológico y científico del país.  

Desde estas políticas se debe asumir el desarrollo del proceso de formación de investigadores como una secuencia diacrónica, que debe tener su punto de partida en los niveles de formación inicial (pregrado), a los fines de establecer los elementos básicos relativos a aptitudes, actitudes y valores relacionados con la investigación que deben conformarse en este nivel como punto de partida para profundizar en la formación y desarrollo  para la investigación a nivel de postgrado (Actualización, Diplomado, Especialización y Maestrías, entre otros).

En ese sentido, se puede afirmar que los planes y programas  a proponer deben plantea una visión de carácter innovador, desde la cual se asuma que la investigación no es un proceso que se inicia, ni se limita a los postgrados, sino que tiene que ser una práctica cuyo punto de partida se hace presente desde la misma formación inicial, por lo que la integración de las funciones de investigación-docencia constituye uno de los ejes centrales para la ejecución en la práctica de esta propuesta. 

A manera de precisión en lo que respecta a lo que deberían ser las grandes líneas a considerar en el marco de un proceso dirigido a promover la investigación en profesionales noveles, se plantean a continuación lo que pueden denominarse momentos a desarrollar (08): 

Momento I. Afianzamiento de las competencias docentes en investigación: La ejecución de este momento se encuentra dirigida a lograr que se logren consolidar profesionales docentes que posean los conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas relacionadas con el quehacer de la investigación. 

Momento II. Incremento del interés hacia la investigación: Convertir a la investigación en una práctica que se vincule con los intereses y necesidades de los estudiantes, vinculándolas con lo que representa el método científico en toda su extensión. 

Momento III.  Detección de aptitudes y actitudes hacia la investigación: Ello implica el desarrollo de un proceso de evaluación a través del cual se puedan conocer a fondo intereses, disposiciones y capacidades para la práctica de la investigación. 

Momento IV. Capacitación en aspectos técnicos: La detección de potencialidades, intereses y actitudes debe dar paso a un proceso intenso de capacitación desde el cual se provean los elementos epistemológicos que sustentan el quehacer en la investigación.   

Momento V. Valoración y empleo de la investigación e información: En este momento se debe fortalecer los aspectos personales y éticos del investigador en proceso de formación, considerando los objetos de su investigación. 

Momento VI. Aproximación del estudiante al ámbito de lo científico: En este momento se llevan a cabo las acciones y prácticas que vinculen estrechamente con el ámbito y la cultura de la investigación. 

Momento VII. Experiencias y prácticas relacionadas con la investigación: Se trata de fomentar en el estudiante la sistematización de las experiencias y prácticas de investigación en los diferentes momentos de su quehacer académico y social. 

Momento VIII. Inserción profesional novel en programas de investigación de postgrado: Ya con el título profesional de pregrado, se procede a promover la inserción del estudiante a programas de investigación a través de los cuales se apreste al mejoramiento continuo de sus competencias. 

La pertinencia y aplicabilidad de estos momentos es auténtica y autenticable a través de una correcta y sistematizada ejecución, que indudablemente debe responder a políticas reales que en materia de investigación se generen desde las instancias universitarias. 


REFERENCIAS

García, E. (2013). "Producción científica en Venezuela ha descendido en 37,5%". Reunión de los Consejos de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico. Recuperado en: http://usbnoticias.info/post/25300. 

IESALC/UNESCO (2006). La educación superior en América Latina. Santiago de Chile: Autores. 

Mota (2005). Lineamientos para la conformación de un programa institucional para la formación de investigadores. México: Universidad Autónoma Nacional de Guadalajara. .

Pereira, L.; Suárez, W. y Hernández, J. (2008). Problemas de investigación en las universidades venezolanas. Revista Espacios 29(1). Recuperado en: http://www.revistaespacios.com/a08v29n01/08290801.html

República Bolivariana de Venezuela. Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, Venezuela 2005 - 2030

Sedano, E. y Neira, R. (2004). Consideraciones sobre la formación de investigadores en la universidad. Revista Electónica de Medicina. Recuperado en: http://biomed.uninet.edu/2004/n1/index.html








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